Intoxicación Clostridium botulinum

Habitat y epidemiologia del microorganismo
El reservorio
es el aire, tierra y polvo, también pueden estar en el agua; existe botulismo
animal con clínica similar, la intoxicación con conservas caseras es más
frecuente que con las conservas industriales.
La
incidencia está asociada a los distintos tipos de suelo: Cepa A, suelos neutros
o alcalinos; Cepa B, suelos ricos en materia orgánica; Cepa C, D suelos
variados; Cepa E, suelos húmedos.
La
presencia de otras cepas competitivas junto al Clostridium pueden influir en el crecimiento de este. De esta forma
los Lactobacilos y enterobacterias originan ácidos que impiden el crecimiento
del Clostridium, otros microorganismos producen pH neutro o alcalino como
muchas bacterias o mohos en las conservas de tomate y de esta forma favorecen
al Clostridium.
Los alimentos
que podrían estar implicados: las conservas (vegetal y animal) sobre todo las
caseras ya que estas no suelen reunir las condiciones térmicas adecuadas y no
se inactivan todas las esporas, tienen que darse condiciones de anaerobiosis,
por regla general los alimentos ácidos y salados son inhibidores. La miel es
peligrosa debido a un potencial uso en niños, puede aparecer el Botulismo
infantil.
El reservorio de
C. botulinum es esencialmente telúrico, también se encuentra en el agua y en el
intestino de algunos animales.
Modo de
transmisión:
Alimentario:
ingestión de alimentos en que se ha formado la toxina. Las conservas que con
mayor frecuencia dan lugar a brotes son las vegetales, por la fácil contaminación a partir del
reservorio telúrico. Las conservas o semiconservas de pescado producen la
mayoría de los brotes por C botulinum tipo E. La presencia de toxina botulínica
habitualmente no se acompaña de alteraciones en el aspecto, olor o sabor del
alimento.
Por alimentos
- Que fueron mal procesados o crudos.
- Que tienen esporas y luego se conservan en condiciones de temperatura y pH que permiten la multiplicación de la bacteria y el desarrollo de la toxina.
- En general, alimentos que han sido calentados antes del consumo.
- La miel es la principal reserva dietética de las esporas del Clostridium botulinum relacionadas con el botulismo infantil.
- Cualquier alimento de origen animal o vegetal.
- Carnes y alimentos proteicos de baja acidez provoca a veces gas y olor desagradable.
- Con los ahumados y especias se puede enmascarar el mal olor.
- Es frecuente en aves silvestres y de corral.
- Ganado vacuno, equino.
- Algunas especies de pescados.
- Sopas, remolacha, espárragos, aceitunas, espinacas, atún, pollo, hígado de pollo, paté de hígado, embutidos, jamón, salchichas, berenjena rellena, langosta y pescado salado y ahumado.
Por
heridas: contaminación de lesiones con tierra o arena contaminada, o de
fracturas abiertas tratadas inadecuadamente por esporas ambientales.
Del
lactante: ingestión de las esporas botulínicas que germinan en las vías
intestinales y no por ingestión de la toxina preformada. Se ha relacionado con
el consumo de miel, jarabes azucarados y
presencia de un ambiente polvoriento. La miel actúa como vector de las esporas
y el polvo las moviliza facilitando su ingestión.
TOXINA BOTULINICA

Modo de acción
El efecto de la toxina botulínica
tiene lugar a nivel de la unión neuromuscular. En esta región de transición
entre el nervio periférico
y el músculo
se produce la liberación de acetilcolina,
un neurotransmisor
necesario para producir la contracción muscular.
La toxina botulínica actúa de forma local mediante el bloqueo de la liberación
de acetilcolina, lo que se traduce en parálisis muscular temporal. El efecto
final es una denervación
química temporal en la unión neuromuscular sin producir ninguna lesión física
en las estructuras nerviosas. Esta
parálisis nerviosa puede provocar fácilmente la muerte por asfixia
o graves lesiones neurológicas
por anoxia,
al bloquear la función respiratoria.
Toxicidad
La
toxicidad de la toxina botulínica es generalmente expresada en unidades ratón (U),
donde una unidad (U) de la toxina botulínica es la mediana de la dosis letal
intraperitoneal (DL 50) en ratones y es de aproximadamente 20 unidades / nanogramos
(1U = aproximadamente 0,05 ng). La dosis letal en humanos no se conoce, pero
extrapolada a partir de datos de experimentos en mono, para un humano de 70 kg
de peso, sería de 0.09-0.15 picogramos
de toxina por vía intravenosa o intramuscular, 0.70-0.90 picogramos por
inhalación y 70 µg por vía oral.1
Un
solo gramo de toxina botulínica es suficiente para matar a un millón de
cobayas, y para matar a un ratón de laboratorio es necesario un picogramo de
botulina (1 picogramo = 1x10-12 gramos).
EL SÍNDROME BOTULÍNICO

MEDIDAS DE CONTROL
- Asegurarse que el tratamiento térmico de los alimentos embotellados y enlatados (pH>4.5) es suficiente para destruir las esporas más termorresistentes de C. botulinum.
- Utilizar para la refrigeración de las latas procesadas agua clorada lo más limpia posible. Cuando se utilice aire frío asegurarse de que la contaminación cruzada a partir de las materias primas, del equipo sucio o a consecuencia de la manipulación se evita durante la refrigeración.
- Cuando se empleen tratamientos térmicos suaves asegurarse que se añaden compuestos inhibidores adecuados o que el pH es lo suficientemente bajo como para prevenir el crecimiento de C. botulinum.
- Comprobar que el tratamiento térmico de los alimentos procesados o semiprocesados, envasados al vacío, es el adecuado y que no se almacenan a temperatura mayor de 3ºC.
- Nunca debe probarse un alimento sospechoso, a no ser que se precaliente a 100º C.
- Rechazar conservas con envase abombado y oxidado. Aplicar altas temperaturas de cocinado.
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